Si has decidido tener hijos/as, trabajar fuera de casa y vivir en pareja, debes saber que el orden en el que incorpores estos «frentes» en tu vida importa.
Estoy convencida de que conocer las consecuencias de incorporar cada “frente” a nuestra vida”, antes de hacerlo, puede contribuir a mejorar la trayectoria vital de las mujeres.
¿Qué son los “frentes”?
A efectos de la investigación Las mujeres hoy: cómo son, qué piensan y cómo se sienten, se han definido tres “frentes”: la “convivencia en pareja”, el “trabajo remunerado” y la “maternidad”. Son tres facetas de la vida de una mujer que -siendo a priori opcionales-, implican de forma automática disponer de menos tiempo para una misma y para sus aficiones y experimentar un conjunto de efectos emocionales que se derivarán de las relaciones interpersonales que cada “frente” genera.
De los 15 millones de mujeres mayores de edad que el estudio contempla; el 59% viven con su pareja; el 56% tienen trabajo remunerado y el 54% tienen hijos/as.
La situación en la que hoy en día se encuentran un mayor número de mujeres es la de las que han incorporado a su vida los tres “frentes”: casi una de cada cuatro mujeres (el 23%) tienen trabajo remunerado, viven con su pareja y tienen hijos/as. En el extremo opuesto, la situación que afecta a menos mujeres es la de las que no han incorporado a su vida ninguno de los tres “frentes” (al 15%).
¿Por qué conviene conocer los “frentes”?
Porque cuando una mujer incorpora alguno de estos “frentes” a su vida, ésta se verá alterada en dos vertientes: una completamente tangible, porque va a pasar a disponer de menos tiempo para ella y sus aficiones y, otra intangible y mucho más sutil, porque empezará a experimentar un conjunto de efectos emocionales que se derivarán de las relaciones interpersonales que cada “frente” conlleva.
En lo que respecta a los efectos de la incorporación de cada “frente” sobre la dimensión tiempo, el estudio permite concluir que, en la casilla de salida, esto es, cuando no tenemos ninguno de los tres “frentes” en nuestra vida, el tiempo del que las mujeres disponen para ellas y sus aficiones es, de media, de unas 6 horas y media al día. En el extremo opuesto, cuando se han incorporado los tres “frentes”, este tiempo se reduce a entre 1 y 2 horas al día, lo que con frecuencia dará para poco más que la higiene personal. Más adelante veremos cuánto tiempo está exigiendo cada uno de los tres “frentes” a las mujeres que ya los han incorporado y, en consecuencia, qué disminución conlleva en el tiempo del que la mujer dispone.
En lo relativo a los efectos emocionales de la incorporación de los “frentes” en la vida de las mujeres, el estudio permite concluir que acumular “frentes” no es ninguna garantía de que la felicidad de las mujeres con su vida vaya en aumento.
Por otro lado, la investigación deja claro que la vida de las mujeres no está integrada por compartimentos estancos, y los “frentes” no son ninguna excepción, por lo que la felicidad de las mujeres solo irá en aumento si se acierta en las decisiones relativas a los “frentes”.
¿Cuáles son las decisiones que las mujeres hemos de tomar en relación con los “frentes”?
1. Puesto que, por fortuna, no todas somos iguales ni todas queremos lo mismo y que el estudio demuestra que hay varios caminos para conseguir llegar a la etapa madura de la vida felices con lo que hemos construido, la primera decisión que deberemos tomar es: qué “frentes” encajan en nuestra vida y cuáles no. En esta fase, es fundamental tener siempre presente que hay dos “frentes” en los que podremos hacer todos los cambios que queramos, y todas las veces que queramos, mientras que el “frente hijos/as”, una vez incorporado, ya no tendrá vuelta atrás: serán hijos/as nuestros/as para siempre.
2. Puesto que las circunstancias vitales no son iguales para todas las mujeres, la segunda decisión, que tendremos que tomar tantas veces como “frentes” hayamos decidido que sí que encajan en nuestra vida, es: en qué momento los incorporamos.
3. Y, para el caso de haber decidido incorporar el “frente del trabajo remunerado” o el “frente de la convivencia en pareja”, deberemos ser capaces de escoger: cual es el más adecuado para nosotras. Y en el caso de haber decidido tener hijos/as: cual es el padre más adecuado para mis hijos/as, si es que no hemos decidido optar por la vía unilateral.
¿Cómo afecta el “frente pareja»?
¿Cómo afecta a la felicidad de las mujeres? Los resultados del estudio son contundentes en lo que respecta a la influencia de este “frente” en nuestra felicidad: la pareja que hemos escogido para compartir nuestra vida tiene la sartén de nuestra felicidad por el mango. En términos prácticos esto significa que, si nos sentimos felices con nuestra pareja, la probabilidad de que nos sintamos felices con la vida es muy elevada. Por el contrario, si nos sentimos infelices con nuestra pareja, es casi seguro que también lo estaremos con la vida. En la actualidad, más de dos tercios de las mujeres que tienen pareja (el 69%) se sienten felices o muy felices con ella; el 14% se sienten casi felices y el 17% se encuentran atrapadas en una relación con la que se sienten infelices.
Otro hecho que el estudio deja claro en relación con la pareja es que las mujeres, en general, prefieren estar solas que compartir su vida con una pareja con la que se sienten infelices.
¿Cómo afecta al tiempo del que disponen las mujeres? Hoy en día, las mujeres están dedicando a realizar las tareas de la casa en la que viven con su pareja, de media, alrededor de casi 4 horas al día los días laborables y casi 3 horas al día, los fines de semana.
Y cuándo lo comparamos con el tiempo que dedican sus parejas a la realización de las tareas de la casa, el estudio concluye que las mujeres soportan casi el triple de trabajo que sus compañeros: la mujer realiza, de media, el 74% de las tareas de la casa, mientras que el hombre con el que convive apenas realiza, de media, el 26%. Las parejas que pueden considerarse “equilibradas” en el reparto de estas tareas son poco más de un tercio (el 35%). En los dos tercios restantes ellas hacen más o mucho más que su pareja. Entre las parejas en que la mujer tiene trabajo remunerado, las parejas “equilibradas” no llegan ni a la mitad (son el 45%).
A mi modo de ver, estos resultados deberían llevarnos a reflexionar sobre la siguiente cuestión: si ambos miembros de la pareja se estuvieran repartiendo de forma equilibrada los trabajos no remunerados de la casa, las mujeres tendrían más tiempo para ellas lo que revertiría no solo en beneficio propio sino también en beneficio de la pareja y, en consecuencia, también en la sociedad en su conjunto.
¿Cómo afecta el “frente trabajo remunerado»?
¿Cómo afecta a la felicidad de las mujeres? La relación de las mujeres con el trabajo remunerado no es ni mucho menos idílica: la gran mayoría no disfrutan todo lo que les gustaría en su puesto de trabajo. De hecho, apenas la mitad de las mujeres que están activas en el mercado laboral se sienten felices o muy felices en su puesto de trabajo. Entre la otra mitad, predominan las que se sienten infelices (el 30%).
El estudio desvela la clave en lo que a este “frente” respecta: a partir de los 27 años, poder compaginar bien el trabajo remunerado con la vida familiar, es la prioridad de las mujeres en un teórico trabajo ideal. Y es que, hoy por hoy, dado que, infelizmente, como acabamos de ver, el trabajo en casa sigue siendo cosa de mujeres, a las mujeres no les queda más remedio que ser multitarea y conciliar, como se pueda, el empleo remunerado que tenemos fuera de casa con el no remunerado que nos espera al llegar a casa.
¿Cómo afecta al tiempo del que disponen las mujeres? El tiempo que tendremos que destinar a nuestro trabajo remunerado no suele ser ninguna sorpresa, pues en la mayoría de los casos, el horario formará parte de la negociación de las condiciones laborables. En el estudio, a las mujeres que están activas en el mercado laboral, su trabajo remunerado les está exigiendo alrededor de 7 horas al día, sin incluir los desplazamientos.
¿Cómo afecta el “frente hijos/as»?
¿Cómo afecta a la felicidad de las mujeres? Las hijas y los hijos/as son el “frente” con el que las mujeres se sienten más felices: ocupan la primera posición en el ranking de felicidad de las mujeres con las facetas de su vida. Pero no todas las madres se sienten felices y orgullosas de serlo, casi una de cada diez se arrepiente de haber tenido hijas o hijos (han declarado que, si pudieran volver atrás, no los habrían tenido).
Y en relación con el “frente hijos/as”, otro dato sorprendente que el estudio revela: las hijas y los hijos tienen poquísima capacidad de influir en que su madre se sienta feliz con su vida en general. Tanto es así que a pesar de que la mayoría de las madres se sienten muy felices con sus hijas o con sus hijos, este hecho no impide que muchas se sientan infelices con su vida.
¿Cómo afecta al tiempo del que disponen las mujeres? Es importante que sepamos cuánto tiempo requerirá el “frente hijos/as”, para que podamos planificarlo y organizarnos antes de que nazca el primero. Las mujeres que tienen hijos/as destinan casi un tercio del tiempo que están en casa despiertas a su cuidado y educación: de media casi 3 horas al día.
La buena noticia es que el número de hijos/as, esto es, si se tiene uno, dos o más de dos, casi no afecta al tiempo que las madres han de dedicarles. Una vez más queda claro que la experiencia es un grado. Sin embargo, la edad de los hijos/as sí es determinante en el tiempo que requieren. La máxima exigencia ocurre cuando algún hijo tiene 5 años o menos. En esta fase, las mujeres les dedican a sus hijos/as el 43% del tiempo que están en casa despiertas, de media, más de 4 horas al día. La exigencia de tiempo se reduce en una hora, situándose en 3 horas al día, de media, cuando todos tienen 6 años o mas, aunque sigan siendo menores de edad.
Con la llegada de los hijos/as, la colaboración del padre en las tareas de la casa se reduce tanto si la mujer tiene trabajo remunerado como si no lo tiene. En consecuencia, el hecho de que la pareja tenga hijos/as afecta mucho más al día a día de las madres que a la de los padres. Con la llegada de hijos/as, las mujeres destinan casi tres horas más de media al día a las tareas familiares, mientras que los hombres destinan menos de una hora más de media al día. Dicho de otra manera, las madres absorben el 76% de las nuevas tareas familiares mientras que los padres se limitan a absorber el 24% restante.
Por otro lado, la colaboración del padre en el cuidado y educación del hijo suele estar a años luz de lo que ella había imaginado que sería por lo que es lógico que la evaluación que muchas mujeres hacen de su pareja después de la llegada del primogénito sea inferior a como le evaluaban antes de tener hijos/as.
¿En qué orden conviene incorporar los “frentes”?
Hayas decidido incorporar a tu vida los tres “frentes”, dos de ellos o solo uno, el estudio indica que será vital que los incorpores en el orden más eficiente y que maximiza las posibilidades de éxito:
1. el primero que deberías incorporar, por ser el que te dará independencia económica y tu propio espacio de crecimiento personal fuera del ámbito familiar, es el “trabajo remunerado”;
2. el segundo a incorporar sería la “convivencia en pareja”: si tienes pareja y habéis decidido vivir juntos, solo cuando te sientas confortable en tu ámbito laboral, habrá llegado el momento de que te plantees la convivencia;
3. el tercero que deberías incorporar es “los/as hijos/as”:
… si tienes pareja, vuestra relación es sólida, los dos queréis tener hijos/as, y estás convencida de que tu compañero de vida será un buen padre para el hijo o hijos/as que decidáis tener, habrá llegado el momento de empezar a considerarlo.
… si no tienes pareja, y estás decidida a tenerlos de forma unilateral, asegúrate de que tu situación económica es sólida y de que tienes una organización de vida que te permitirá conciliar la crianza de tu hijo con tu trabajo remunerado.
Quisiera aprovechar estas líneas para compartir tres de los comentarios que me han hecho en Instagram con relación a los “Frentes”, ya que considero que aportan un gran valor a esta reflexión. Curiosamente, tanto ellas como él, ya han superado la barrera de los 50 años…
Es complicado conciliar estos “frentes”, qué priorizar y cuando… se improvisa y a menudo la última de la lista eres tu misma. (mujer)
Con este orden de incorporación, he podido ver los mejores resultados. Cuando los he conocido “alterados”, han requerido mayores esfuerzos para obtener resultados menores. (hombre)
Ir integrando sucesivos “frentes” a nuestra vida nos permite encajarlos mejor y de manera menos abrupta. No siempre es posible (en mi caso no lo fue) pero si, deseable. (mujer)
Si quieres saber más sobre lo que hemos aprendido en las investigaciones que he realizado hasta la fecha con relación al “frente” de la Maternidad, te recomiendo este artículo que se publicó en el volumen 4 de la revista MaMagazine.