por un lado, la edad (la fase del ciclo de vida en la que el joven se encuentra) y, por otro, el «nivel de empoderamiento» (el cual demuestra que el nivel de escolaridad es necesario, pero no suficiente y también que los hombres jóvenes se sienten en general bastante más «empoderados» que las mujeres jóvenes).
A pesar de que la individualidad de cada joven es irrepetible, la combinación de todos los parámetros que caracterizan y determinan la vida de los jóvenes ha dado lugar a diez situaciones de vida.
Dos de estas situaciones se sitúan en la identificada como la Etapa I del ciclo de vida de los jóvenes (de los 15 a los 19 años):
- “Adolescentes sob pressão”. Esta situación fue así denominada porque incluye adolescentes que sienten dificultades para lidiar con las exigencias de su vida, sintiéndose inseguros o discriminados. Son el 9%, su edad media es 18 años y su felicidad media con la vida se sitúa en 6,4 (en una escala de 0 a 10).
- “Adolescentes em conforto”. Esta situación fue así denominada porque incluye a los adolescentes que consiguen lidiar sin grandes dificultades con las exigencias de la etapa de vida en la que se encuentran. Son el 14%, su edad media es 19 años y su felicidad media con la vida se sitúa en 7,0.
Tres de estas situaciones se sitúan en la identificada como la Etapa II del ciclo de vida de los jóvenes (de los 20 a los 24 años):
- “Jovens à margem”. Esta situación fue así denominada porque incluye a jóvenes que sienten serias dificultades en lidiar con las exigencias de la vida adulta: se sienten infelices y recurren a medicamentos. Son el 4%, su edad media es 25 años y su felicidad media con la vida se sitúa en 5,0.
- “Jovens em vulnerabilidade”. Esta situación fue así denominada porque incluye a jóvenes que ya son mayores de edad, pero no se sienten plenamente preparados para enfrentarse a las exigencias de la vida adulta. Son el 9%, su edad media es 22 años y su felicidad media con la vida se sitúa en 6,7.
- “Jovens em conforto”. Esta situación fue así denominada porque incluye a jóvenes que ya han superado la mayoría de edad y que consiguen lidiar sin grandes dificultades con las exigencias de la etapa de vida en la que se encuentran. Son el 12% de los jóvenes, su edad media es 21 años y su felicidad media con la vida se sitúa en 7,3.
Cinco de estas situaciones se sitúan en la identificada como la Etapa III del ciclo de vida de los jóvenes (de los 25 a los 34 años):
- “Jovens à tona”. Esta situación fue así denominada porque incluye a jóvenes que están dando sus primeros pasos en la vida adulta. Todavía tienen por delante la mayoría de las decisiones clave de su vida por tomar. Y a pesar de empezar a tener algunos ingresos, su situación económica es bastante precaria. Son el 11% de los jóvenes, su edad media es 27 años y su felicidad media con la vida se sitúa en 6,8.
- “Mães e país em vulnerabilidade”. Esta situación fue así denominada porque incluye jóvenes cuya vida está muy centrada en la maternidad o en la paternidad. Son el 4% de los jóvenes, su edad media es 29 años y su felicidad media con la vida se sitúa en 7,1.
- “Casais à tona”. Esta situación fue así denominada porque incluye jóvenes que viven en pareja y que sufren serias dificultades para lidiar con los frentes de la vida adulta que ya han incorporado a su vida. Son el 14% de los jóvenes, su edad media es 29 años y su felicidad media con la vida se sitúa en 7,1.
- “Casais em conforto”. Esta situación fue así denominada porque incluye jóvenes que viven en pareja y que consiguen lidiar sin grandes dificultades con los frentes de la vida adulta que ya han incorporado a su vida. Son el 14% de los jóvenes, su edad media es 30 años y su felicidad media con la vida se sitúa en 7,6.
- “Jovens adultos em conforto”. Esta situación fue así denominada porque incluye jóvenes que se sienten muy felices con su la vida de adulto que están construyendo. Son el 9% de los jóvenes, su edad media es 29 años y su felicidad media con la vida se sitúa en 7,7.
De estas situaciones se pueden sacar dos conclusiones adicionales: por un lado, las posibles situaciones de vida se van complicando a medida que se pasa de una etapa de vida para la siguiente y por otro, que acumular frentes de la vida adulta no es, para los jóvenes que residen en Portugal, garantía de que aumente su felicidad con la vida.