En las parejas heterosexuales que conviven, hay un gran desequilibrio en la carga que soportan ellas y ellos con respecto a la realización de las tareas de la casa y al cuidado y educación de los hijos o hijas, si los tienen. Desequilibrio que se agrava si se considera el papel activo de la mayoría de las mujeres en la economía familiar, (a pesar de que lo más habitual es que ellas desempeñen trabajos remunerados en los que ingresan menos que su pareja).
Pero hay una gran disparidad en la forma como los hombres y las mujeres que conviven perciben su contribución a las tareas familiares, sobre todo cuando se trata de la crianza de los hijos e hijas. Ellas creen que están realizando, en media, el 69% de las tareas de la casa y el 69% del cuidado y educación de los hijos/as. Por su parte, ellos creen que ellas hacen muchísimo menos: en media, el 54% de las tareas de la casa (15 puntos porcentuales menos que ellas) y el 48% del cuidado y educación de los hijos/as (21 puntos porcentuales menos que ellas).
A partir de estos datos se puede concluir que el número de mujeres que están acarreando “La Losa de Hormigón” (concepto desarrollado por Laura Sagnier en el año 2021 para contribuir a dar visibilidad y a concienciar sobre los costes que conlleva el desequilibrado reparto de las tareas familiares entre los dos miembros de la pareja) es muy distinto si se tiene en cuenta la opinión de ellas o la de ellos: según ellas, la losa la acarrearían el 62% de las mujeres que viven con un hombre y según ellos, el 31%.
En lo que sí coinciden mujeres y hombres es en cuánto contribuyen las terceras personas a la realización de las tareas familiares, esto es, la ayuda remunerada o los familiares: el 2% de las tareas de la casa y el 7% del cuidado de los hijos/as.
Y también es muy parecido lo que opinan cuando se trata de cuánto contribuye cada miembro de la pareja a pagar los gastos comunes y de la casa. Ellas creen que ellas están contribuyendo con el 41% en media y ellos creen que ellas contribuyen, en media, con el 37%.
La corresponsabilidad en la pareja se traduce en mayores índices de satisfacción vital. Los resultados muestran que tanto las mujeres como los hombres se sienten más felices con su propia vida y con su relación de pareja si están en relaciones donde hay corresponsabilidad. Entre las mujeres que viven en relaciones donde ellas soportan un peso mayor, la felicidad media con su pareja es, 7,1 (frente a 7,9 en las que ambos contribuyen por igual) y la felicidad con la vida es, de media, 6,9 (frente a 7,3 en las que ambos contribuyen por igual). Entre los hombres, la situación es muy similar, la felicidad media con la pareja es, de media, 7,5 (frente a 7,9 si ambos contribuyen por igual) y la felicidad con la vida es, de media, 6,9 (frente a 7,2 cuando ambos contribuyen por igual).