No se trata de una guerra de sexos sino de una cuestión de justicia social. Para lograr una sociedad en la que las mujeres tengan las mismas oportunidades reales en la vida que los hombres, la igualdad ha de empezar en casa. Porque el amor es necesario, pero no suficiente.
Por «PAREJA EQUITATIVA» entiendo que, entre las dos personas que conviven bajo el mismo techo, además de «mucho amor», en el sentido más amplio de la palabra, y de un proyecto de vida en común, tiene que haber un reparto justo del tiempo que cada miembro de la pareja destina a las tareas que afectan a su día a día:
– Las tareas de la casa, incluyendo tanto la realización como su planificación y organización.
– El cuidado y educación de los hijos/as o de personas adultas dependientes, si las hay, incluyendo tanto la realización como su planificación y organización.
– El trabajo remunerado.
Entiendo que una pareja es «EQUITATIVA» cuando la suma del tiempo que un miembro de la pareja destina al conjunto de estos 3 tipos de tareas es igual a la suma del tiempo que el otro miembro de la pareja destina al conjunto de ellas.
Al hablar de «PAREJAS EQUITATIVAS» hay tres consideraciones que estoy asumiendo:
- No es necesario que el reparto de tiempos sea equitativo a diario, sino que ha de serlo en el cómputo global del horizonte temporal que cada pareja defina.
- No es necesario que el reparto de tiempos sea siempre igual, sino que es lógico que se desequilibre en algún momento, según las exigencias profesionales y personales de cada miembro de la pareja.
- En las etapas realmente complicadas de la vida en lo que a la gestión del tiempo respecta (ej: algún familiar dependiente hospitalizado, un recién nacido en casa…), es muy posible que el tiempo del que cada uno de los miembros de la pareja dispongan para su desarrollo personal y su ocio sea muy reducido o incluso inexistente.
En síntesis, entiendo que las «PAREJAS EQUITATIVAS» son las que orientan su vida como si fueran «un equipo» que busca el equilibrio a medio y largo plazo para facilitar la vida de ambos miembros de la pareja en sus distintas etapas vitales.
Las especialistas con las que he hablado atribuyen los siguientes beneficios a las «PAREJAS EQUITATIVAS»:
- Beneficia la salud mental de los dos miembros de la pareja; el hecho de que ambos puedan liberar algo de tiempo para su ocio y desarrollo personal contribuirá a disminuir su estrés y a mejorar su estado de ánimo.
- Contribuye a mejorar el vínculo entre los dos miembros de la pareja.
- Ayuda a mejorar la relación de ambos miembros de la pareja con los hijos/as, si los tienen. Tanto la madre como el padre podrán disfrutar de una maternidad y de una paternidad completa.
- Es el mejor ejemplo para los hijos/as que a diario verán una relación en la que ambos progenitores trabajan “en equipo”, sin que uno tenga más poder o beneficios que el otro. Y a medida que van creciendo, conviene involucrarlos para que sepan que, si no aportan, el equipo familiar no funciona.
Al leer este concepto es muy posible que hayas pensado que «PAREJA EQUITATIVA» es sinónimo de «PAREJA CORRESPONSABLE». Pero en realidad no lo son. Yo lo aprendí en una de mis charlas con María Cervera. Resulta que el concepto de «Corresponsabilidad» se refiere exclusivamente a que el reparto que ha de ser justo entre los dos miembros de la pareja es el de las tareas no remuneradas. Por lo tanto, el concepto de «Corresponsabilidad» no incluye el tiempo que cada miembro de la pareja destina al trabajo remunerado. Y yo considero imprescindible incluirlo también en la evaluación de si el reparto de tareas es justo para ambos miembros de la pareja. Esto porque en el extremo de las parejas en las que uno de los dos miembros no tiene trabajo remunerado, el que sí lo tiene puede tender a pensar que no ha de destinar tiempo a las tareas no remuneradas lo cual sería totalmente injusto ya que, a diferencia del trabajo remunerado, en el no remunerado: los 365 días del año son laborables (ya que no hay ni fines de semana, ni festivos, ni vacaciones) y además no hay ningún límite de horas de trabajo por día.
Otra duda que puede haberte surgido es: ¿Por qué en la definición de «PAREJA EQUITATIVA» no estamos considerando cómo contribuye cada miembro de la pareja al pago de las facturas? Tal y como yo lo veo, el pago de facturas es un tema completamente independiente al del uso del tiempo. Considero que el hecho de que un miembro de la pareja tenga unos ingresos superiores al del otro no le exime de realizar la parte del trabajo familiar que le corresponde. Igual que creo que si los ingresos de un miembro de la pareja son inferiores a los del otro, esto no le obliga a realizar todas o la mayor parte de las tareas no remuneradas. Es por ello por lo que creo que la cuestión económica debe de formar parte de una negociación independiente de la del uso del tiempo. Y por lo tanto he decidido dejarla fuera del concepto de «PAREJAS EQUITATIVAS».
PIE DE FOTO: En la ilustración (obra de @loveandacat_) del concepto de la «Balanza de la Equidad» hemos representado a una de las múltiples posibles opciones de relaciones de pareja equilibradas que existen. En la pareja que la balanza de esta ilustración representa ambos miembros de la pareja dedican el mismo tiempo a los hijos/as (20 unidades de tiempo) pero, sin embargo, un miembro de la pareja dedica más tiempo a las tareas de la casa que al trabajo remunerado mientras que el otro lo hace exactamente al revés. Eso sí, ambos destinan a estos tres tipos de tareas 60 unidades de su tiempo.
¡La igualdad ha de empezar en casa!
¡Porque «el amor» es necesario, pero no suficiente!